Invitaba ayer la señora Corredor a los promotores a crear empleo de calidad en el sector inmobiliario, entre otros medios a través de la rehabilitación.
Es cierto que hay un montón de trabajo a hacer. Nuestros cascos urbanos del centro de ciudad vienen años sufriendo de eso que los americanos llaman el urban sprawl, la migración de las parejas jóvenes hacia la periferia, en busca de vivienda nueva y asequible. El conseguir que la vivienda más antigua del centro urbano recupere su atractivo, incluyendo el alquiler, para ciertos segmentos de población es sin duda deseable.
Pero aceptada la buena intención, hay que afinar el tiro si realmente se quiere conseguir ese objetivo.
Creo que la promoción inmobiliaria y la rehabilitación son negocios distintos. La promotora inmobiliaria residencial, al menos como ha funcionado en España estos últimos años, ha basado su negocio en la compra de suelo y el desarrollo de viviendas con el mayor volumen y construcción estándar posible, aprovechando la rentabilidad añadida que generaban las economías de escala. Salvo excepciones, ello ha producido un parque de viviendas uniforme, aburrido diría, de poco valor arquitectónico y en el que los materiales han sido escogidos dentro de un precario equilibrio entre calidad y precio en el que a menudo la víctima ha sido la calidad.
En la rehabilitación, por el contrario, prima el trabajo minucioso, vivienda a vivienda o pequeño bloque a pequeño bloque, negocio en el que creo dudoso que las promotoras clásicas quieran entrar porque su negocio era suelo, financiación y volumen. La rehabilitación es, sobre todo, mano de obra y trabajos de pequeña talla. Y la calidad, buena o mala del trabajo, es inmediatamente percibible y exigible.
Por tanto las empresas de rehabilitación no son las promotoras, son las pymes que agrupen oficios, muchos de los cuales están a dos velas por la falta de actividad de las promotoras. Habría que ayudarles para que arranquen, se organicen, se promocionen, se financien y seguro que otros muchos apoyos para quitarles burocracia de en medio. El movimiento cooperativo es probable que tuviese un papel a jugar en esto.
Y otro afinado: la formación profesional, re-educación continuada de estos oficios, estableciendo criterios de calidad y mecanismos de control para con sus clientes. Lo de Manolo y Benito es una caricatura, pero todavía encargar una rehabilitación o reforma es un poco una lotería, porque muchos oficios se han viciado a trabajar bajo un sistema en el que primaba la velocidad frente a la calidad y uno no sabe bien si no estará metiendo en casa a esa pareja, que en la tele pueden hacer gracia, pero alicatándote el cuarto de baño seguro que no.
Realizado todo lo anterior, sólo falta meterle dinero a la cosa, pero estoy un poco cansado para ponerme a decidir ahora a cuál banco le acepto el crédito que me ofrecen. El resto tendrá que esperar.
2 comentarios
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enero 21, 2010 a 11:24 AM
Domingo
¿ Cómo va a llegar la financiación a las pequeñas pymes que se dediquen a la Rehabilitación?
¿ Ha visto el Plan Estatal de Vivienda y Rehabilitación? Vuelta a lo mismo, indicadores ridículamente exigibles para solicitar ayudas ( 2.5, 1.5, 6.5? IPREM)? ¿ y la burocracia para tramitar las ayudas?
¿ Por qué un padre de familia numerosa ( 4 hijos en mi caso) y una renta limitadita no puede acceder? ¿ Por tener 37 años?
En mi opinión esto es tirar el dinero, justo lo que mejor saben hacer los políticos. En este caso 5.000 y pico de millones de €.
Alguna empresilla saldrá beneficiada, pero no el contribuyente…
Aunque no sea politicamente correcto, lo que se necesita no es tanta VPO, sino más vivienda libre, más suelo libre, no sujeto a al capricho de la recalificación en manos de cualquier alcaldillo, y asumir que las cosas y las casas valen lo que valen, y no lo que algunos creen y sobre todo lo que dicen otros ( Bancos, Gobierno, promotores en apuros, tasadoras juez y parte,etc…
Y si hay dinero que sea para ayudas directas y a posteriori en la compraventa y en el arrendamiento ( en el que por cierto estamos volviendo a precios de 1998 y no de 2004 como dicen algunos.
Saludos.
P.S.: Me encanta su blog
marzo 28, 2010 a 7:09 AM
Alejandro Aguirre Desamaniego
Muy grato y enriquecedor leer su blog.
Transporto las viviencias a la República mexicana en dónde lugares como Mérida Yucatán, San Miguel de Allende, Puerto Vallarta y diversos centros de barrio, hoy son el blanco de la inversión estadounidence y canadience, son los Baby boomers quienes se han apoderado de los inmuebles antiguos reformando con materiales y gustos exquisitos apegados a los estilos originales los inmuebles de referencia.
Han logrado fomentar importantes plusvalias a los inmuebles que hoy ocupan y hacen grata la vista de los espacios.
La mano de obra calificada es abundante y es accesible.
Me gusta su blog Felicidads