Beevor[Nov-Dic 2014] The Second World War, Antony Beevor [2012, 994p] La Segunda Guerra Mundial es sin lugar a duda la peor de todas las acontecidas en la Historia. Pero no sabía si aceptar la calificación del propio autor como “the greatest man-made disaster in history” –el peor desastre causado por el hombre-. Aunque las más de 30.000 víctimas diarias causadas por esa guerra durante casi seis años, hasta un total de unos sesenta millones de muertos, me hacían pensar que no tendría competencia.

Para intentar comprobarlo me he metido en el mundo del genocidio, o el “democidio” –que incluye el asesinato, exterminio, de personas por parte de sus propios gobernantes-, que fue el concepto que definió y acuñó uno de los grandes teóricos de la materia, el profesor R.J. Rummel. Estudió guerras y “democidios” a lo largo de la historia y entre sus muchas afirmaciones destacan dos significativas: 1) el “democidio” (incluyendo sobre todo los tres grandes extendidos a lo largo del siglo XX: el del régimen soviético, el chino y el de los nazis), ha sido mucho más mortífero que las guerras en sí con las que a menudo se entremezcla –unos 150 millones de víctimas en guerras en los cinco mil años entre XXX a.C. y el siglo XX incluido, frente a entre 500 y 1.000 millones en “democidios” para el mismo período-. Y 2) las guerras incluyen siempre entre sus contendientes a al menos un estado totalitario, no democrático (Democratic Peace Theory). Según él entre 1816 y 2005 hubo 205 guerras entre estados totalitarios, 166 entre estados totalitarios y estados democráticos y ninguna entre estados democráticos. Inevitablemente obliga a pensar en cómo hubieran sido las cosas si Alemania no hubiera estado dominada por Hitler.

Sin abundar, vistas las cifras y a pesar de que otras barbaridades son también escalofriantes, como desastre único, limitado en el tiempo que ocurre, creo que sí que cabe afirmar que la Segunda Guerra Mundial es el mayor desastre causado por el hombre. Siempre me lo ha parecido. Así que al libro… Esta nueva obra de Beevor, comprensiva de toda la Segunda Guerra Mundial, en todos sus frentes, puede calificarse de obra magna. Extensa, documentada con profundidad y amplitud. Útil para conocer los acontecimientos previos y los enfrentamientos que se fueron sumando al conflicto global, como las guerras Ruso-Finlandesa y Sino-Japonesa. Y sobre todo para tener una visión conjunta y ordenada cronológicamente del desarrollo de la contienda en sus distintos frentes, que Beevor agrupa en dos conjuntos, como lo fueron, casi estancos: el de Europa, norte de África y la Unión Soviética y el del Pacífico.

A lo largo de 23 capítulos desmenuza los acontecimientos, analizando los componentes políticos, estratégicos, económicos, técnicos, las personalidades y manías de políticos y militares implicados, describiendo los acontecimientos, batalla tras batalla, con minuciosidad. Muy interesante y fácil perderse entre tantos cuerpos de ejército y movimientos militares. De hecho a partir de un cierto momento se empieza a detectar una estructura casi de manual en la descripción de las posiciones militares y el libro cae, en mi opinión, en una cierta monotonía. El fondo es auténtico y variante, pero a mí me ha resultado imposible asimilar tanto dato militar sobre una guerra tan vasta.

Algunos aspectos, para mí desconocidos hasta ahora, me han resultado especialmente instructivos, como la confrontación de los Aliados con la Francia de Vichy, la lucha por el poder de los ejércitos de China comunista y nacionalista o el fondo de las negociaciones –forcejeo- entre Stalin, Churchill y Roosevelt por el reparto de Europa o por apoderarse de los secretos militares, y de los científicos, de Alemania. O algunos enfrentamientos que hoy siguen vigentes, como el de Ucrania con Rusia. Toda la parte técnica, desarrollo de armamento, motores, munición, blindajes, fabricación en serie y demás, sin estar tratada a fondo, está sin lugar a duda incluida con mérito y detalle suficiente para los que no nos dedicamos, afortunadamente, a estas cosas. Y sobrenadando todo ello, las enormes tragedias humanas, abusos, bombardeos, gente muerta de hambre o de frío o brutalmente exterminada, heridos, familias rotas y sufrimiento por doquier. En el hundimiento del barco Wilhelm Gustloff, el 30 de enero de 1945, durante la evacuación de Prusia, murieron 9.000 personas, “seis Titanics”. Uno entre los miles de ejemplos que cabría escoger.

Esta es la cuarta obra que leo de Beevor. Tras “Stalingrad”, “Berlin, The Downfall 1945” y “D-Day, The Battle for Normandy”, esta visión de conjunto es útil, pero menos absorbente que las anteriores. Si tuviera que escoger una para empezar, me quedaría con “Stalingrad”.

No quiero dejar de citar a Vasili Grossman, que es referencia frecuente de Beevor en esta obra. “Vida y Destino”, sin la erudición militar de Beevor, ofrece una visión más profunda y humana de la contienda. Entre ambos se consigue una ilustración bastante completa sobre esa terrible época.