He estado unos días ausente, espero que me sepan disculpar. Ha servido para que mi público lector cayera más o menos un 80% y confirmar que siempre hay que salir a vender, aunque sea mala literatura, y que me perdonen los fieles. En el momento que se deja de empujar, la actividad se para. Va para todos los que no tengan fe inquebrantable en la labor comercial.
Pero también me ha servido para tomar una cierta distancia de los asuntos que nos acosan en el día a día. Así que he estado un par de semanas sin ver televisión y sin leer la prensa diaria. Bueno miento, anteanoche estuve un rato mirando una película de Cary Grant en valenciano, intentando entender el por qué del esfuerzo de traducción y cuánto pierde Cary en ese idioma. De prensa y televisión, sólo de oídas, deduzco que me he quedado fuera de onda en dos grandes bloques de asuntos. De una parte cuestiones políticas mayormente fútiles, léase trajes de Camps, caso Gürtel, pactos vascos, viajes africanos y demás. De otra, noticias económicas todas malas y que además ya las tengo repes. Bueno, y también me he perdido la parte rosa y amarilla, pero ésa me la pierdo siempre.
Yo creo que en tiempos turbados es recomendable ejercitarse en la abstracción. Así que me he refugiado de nuevo en los libros, que excitan la imaginación. Entre lo que he leído, una pequeña joya que tenía por casa y nunca había abierto, “Industrias y Andanzas de Alfanhuí” de Rafael Sánchez Ferlosio. ¿Quién por ahí estará leyendo hoy a Sánchez Ferlosio? ¿Alguien? El capítulo de su libro sobre el árbol de hojas de colores, de bello realismo mágico, me sirve para reclamar el imperio de la imaginación. La acción rutinaria, de gobierno, empresas o trabajadores, hoy no basta. La laboriosidad no basta. El dinero no basta.
Tenemos que echarle a la cosa imaginación. Un amigo me recordó hace unos días la frase de Einstein: Imagination is more important than knowledge. For knowledge is limited to all we now know and understand, while imagination embraces the entire world, and all there ever will be to know and understand (La imaginación es más importante que el conocimiento. Porque el conocimiento está limitado a lo que sabemos y entendemos ahora, mientras que la imaginación abarca el mundo entero y todo lo que habrá por conocer y entender).
Así que si les aprieta la crisis, o mejor quito el condicional, ya que les aprieta la crisis, tomen distancia, y dedíquense un poco a imaginar. Hagan un huequito a pensar en otras cosas y otros caminos, porque es muy probable que la situación en que estamos metidos traiga muchos cambios y sólo aquellos capaces de ver otros mundos, otras oportunidades, el árbol de hojas de colores, van a sobrevivir empresarial o laboralmente.
Hace unos días he leído que la subvención que recibe el cine español es tanto como lo que recauda en taquilla. ¿No será que estamos subvencionando la rutina? Gobierno, sistema educativo, bancos y sociedad tienen que premiar a los que imaginan y apoyar el que aquello que tenga traducción empresarial fructifique. Sólo ellos son los que van a conseguir que haya trabajo para el resto. Hace falta más capital riesgo y más vocación de respaldar a las ideas en lugar de fijarse sólo en las garantías.
6 comentarios
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marzo 10, 2009 a 6:23 PM
Cristina Crisol
Yo leí Alfanhuí hace años, quizás sea un buen momento para una relectura. Razón tiene presidente al pensar que con imaginación podremos salir de la rutina de la sin razón en la que estamos inmersos, ha dado con la clave, de nuevo. Yo incluso instaría a aplicarla a la cotidianidad, seguro que así el gris del día a día se bañaría de colores.
marzo 11, 2009 a 3:47 PM
Pilar C. Soriano
Que bueno ese retiro sin televisión ni prensa, aunque nos hayamos quedado sin este rincón estimulante que nos hace pensar.
No se enseña en la escuela a imaginar y se «castiga» social y laboralmente al diferente, al que se le mira con cierta simpatía y algo de lástima por excéntrico e inadaptado.
El sentido del humor, como la imaginación o la intuición, son síntomas de inteligencia en mi opinión, pero no es una idea muy extendida.
Es este tiempo de crisis he decidido aprovechar para formarme y aprender todo lo que pueda, que imaginación tengo para dar y tomar 🙂
Wellcome back!
marzo 11, 2009 a 3:52 PM
Pilar C. Soriano
Además de imaginación, por lo visto me sobra también una «ele», por favor, quítala de mi enfático Welcome!
Gracias!
marzo 11, 2009 a 5:36 PM
Luis Romero
Algo de humor unido a la imaginación puede dar lugar a lo siguiente:
Si nos creiamos hasta hace poco que la situación de que disfrutabamos era de bonanza y progreso, y ha resultado no ser cierto…
Imagina que esto de ahora tampoco lo es, es mentira y, noticia, ¡no estamos en crisis!
marzo 15, 2009 a 2:23 AM
Sr.Gordo
Presidente, en primer lugar animarte a continuar compartiendo tus ideas.
Creo que has dado con una palabra clave para los tiempos en los que nos toca «luchar», CREATIVIDAD, y fundamnetal para recuperar el aliento,reinventar nuestro día a día, y oxigenarnos en nuevos caminos, nuevos pasos y nuevas metas.
Salu2
marzo 22, 2009 a 8:35 PM
Nacho
Subvención tú lo has dicho muy bien. Sin esfuerzo ni responsabilidad es imposible ser creativo.
Y al estado ya le va bien. Mientras comamos de sus manos les necesitaremos, y así nunca seremos libres para pensar y actuar.
Todo es muy predecible, muy facilón, poco dado a la intuición. Una pena.
Me ha gustado mucho lo del capital riesgo, ese es el camino.
Un abrazo.