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LA EDAD DE HIERRO
abril 25, 2013 in Educación, Empresa, Exportación, Internacionalización, Tecnología, Trabajo | Tags: albañil, Aquí hay trabajo, Asturias, bachillerato laboral, barcos, coches, construcción, desempleo, empleabilidad, Galicia, garlopín, hierro, Lima, madera, Manzanares, mecánica, metalurgia, Navarra, obrero manual, País Vasco, Pemex, petrolero, RTVE, Turismo | Deja un comentario
Hace unos días desayunaba con “La 2”. Pasaban un programa que se llama “Aquí hay trabajo”. Podía añadir que debe ser el único sitio de España, si quisiese ser ácido. Dejémoslo. No dudo de la buena intención del programa, pero le falta imaginación y es un punto deprimente. Mostraban un “taller ocupacional” en no sé qué sitio de Andalucía, con un grupo de hombres y mujeres aprendiendo a poner ladrillos, construir una arqueta y cosas parecidas. Albañilería básica. Alguno de los alumnos contaba su atribulada historia: que había sido peón en la construcción, que luego puso un bar que le fue mal, que había estado unos meses de camarero y que ahora llevaba año y medio sin trabajo. Y así varios. ¿Más albañiles?
El mayor problema que tiene España, seguro, es el de tres o cuatro millones de personas de muy difícil “empleabilidad”, por usar un “palabro” que no sé si la RAE tiene aprobado. Luego lo miro, porque estoy en un avión y no tengo el diccionario aquí a mano (no está, que ya he aterrizado…). Desde que allá mediados los noventa empezaron la construcción y el turismo, sobre todo, a tirar de la economía española, el mundo ha dado unos miles de vueltas y la sociedad española y sus gobiernos sucesivos han sido, hemos sido, incapaces de entender cuánto cambiaba en el entorno global, gota a gota, vuelta a vuelta. En los últimos tres lustros hemos pasado de la realidad, a secas, al espejismo y de vuelta a la realidad, esta vez cruda. A ver cómo conseguimos ahora volver a la realidad a secas.
En ello andaba yo en el otoño de 1960, cuando con mis padres aterricé en La Mancha. Bueno, en realidad llegamos en tren. De hierro. De regreso de la emigración buscó mi familia el apoyo de la familia hasta saber a dónde íbamos a parar. Así que acabé en un instituto de bachillerato “laboral” que llevaba una comunidad de frailes en Manzanares. Allí, mezclado con cosas esenciales, como saber dónde está El Bierzo, empecé a manejar la lima y el garlopín. Se me ha quedado la idea de que aquellas clases de mecánica y carpintería no eran mala cosa.
Bueno, lo de mecánica no es más que un eufemismo, porque en realidad a lo único que me enseñaron es a limar. Fue toda la mecánica que aprendí en los meses que pasé en aquel colegio. Llegabas a clase y te daban un dibujito de una pieza sencilla, un trozo de hierro y una lima. Y a limar. No se imaginan lo difícil que es dejar plano y a medida un trozo de hierro. Plano que cuando lo apoyes en una superficie plana de verdad, hagan contacto al 100%. Y a la medida de lo que te piden, que también aprendí a utilizar un calibrador. De eso trata la cultura del hierro, que lo que en carpintería se arregla con unos buenos martillazos o en albañilería con un poco más de yeso, y más mazazos, con el hierro no es tan sencillo.
Pues por ahí es por dónde yo creo hay que atacar. Tenemos que insistir con el hierro. Menos ladrillo, menos madera y más hierro. ¿Qué exportamos? Coches…. hierro. Trenes… hierro. Acabo de leer que Arcelor con otro puñado de empresas han desarrollado en Asturias un nuevo modelo de raíles para trenes de alta velocidad, ¡bien! … hierro. Hemos perdido casi toda la construcción naval, pero todavía somos capaces de construir y vender barcos, ¡hasta portaviones!, si nos ponemos. O petroleros para Pemex. ¿Y qué exportan alemanes, ingleses, italianos, suecos, americanos, japoneses, coreanos?… mucho hierro.
En España la cultura del hierro está por el norte. Vascos y navarros sobre todo. Asturianos, aunque no han evolucionado lo suficiente, me temo. Y no hablo sólo de coches, que ya sé que también se fabrican en Aragón, en Castilla León, en Galicia o en Cataluña. Hablo de Cultura del Hierro. Hablo de enseñar a los jóvenes y a los obreros de la construcción en paro, a pensar con precisión de hierro, a un caldo de cultivo hacia más metalurgia en nuestra producción. A un reciclaje de nuestra economía, en cuanto a trabajadores manuales, que se ocupe menos de formar albañiles, camareros o cuidadores de ancianos. Mira uno los cursos del INEM y sus aledaños, incluyendo academias y sindicatos, y no parecen haberse enterado de que por ahí pasa la “empleabilidad” de esos millones de trabajadores que están en la lista del paro. ¿Y qué piensa la ministra? ¿Que es una apuesta? Pues es posible, pero más vale el “¿Qué Apostamos?” que el “Ahora Caigo”…
Detrás de los diferenciales de desempleo entre regiones algo hay de esto.
Por cierto, si enseñan a limar, controlen bien quién se apunta a los cursos, porque en algunos sitios el manejo de una lima es más que útil… Y ya imaginan de quién hablo.
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GOOD MORNING, SPAIN!
febrero 17, 2013 in Clase Política, Sociedad | Tags: bachata, Beethoven, cantigas, Carlos Cano, Cándido Méndez, Cántame un Pasodoble, cha-cha-chá, Clásicos Populares, Concierto de Año Nuevo, Danubio Azul, Emilio El Moro, estado de ánimo, Gabinete Caligari, Gipsy Kings, Grundig, guaracha, mambo, Mambo nº 5, Manolo Escobar, Marifé de Triana, música sacra, Mejor de vas, metro, Mozart, Murga de los Currelantes, No pants day, Pérez Prado, RNE, Rocío Jurado, RTVE, Schubert, swiss yodeling, Tivoli Radio, Torre de Arena, vagón, vallenato | Deja un comentario
Casi nunca me levanto de buena uva. Debe ser el metabolismo. Así que una de mis primeras rutinas es poner Radio Clásica en la Grundig, a ver si mejoro. La música es una de mis debilidades, así que tengo la radio atornillada a la mesita de noche, para que no me la muevan y, en lo posible, no me quiten las sintonías, debilidad de mis nietos. En mi despacho tengo una “Model One” de Tivoli Audio, diseñada por Henry Kloss, que suena muy bien y que es otro imán para los pequeños. No me importa, bueno no mucho, que los niños la toquen, pero sí que Radio Clásica ponga a primera hora música sacra, o medieval, o sacra medieval, tras copiosas explicaciones doctas sobre el mérito de las cantigas. Es algo así como si en el Concierto de Año Nuevo, el director de turno diera una charla de 10 minutos antes de cada pieza y luego se arrancase con una marcha fúnebre en lugar del Danubio Azul. Total, que quito la radio para no empeorar las cosas.
Me voy a la cocina a desayunar y pongo la televisión: entrevista a Cándido Méndez… ¡Para animar! Me lleva ventaja porque él no se ha tenido que afeitar. Tras un zapping sobre corrupciones varias y unos minutos de “así se hace”, al final quito también la tele. Por ahora lo mejor desde el amanecer ha sido aprender cómo se fabrica una tabla de windsurf. Magro bagaje para encarar una jornada de trabajo en tiempos revueltos. Salvo que tengas una tienda de deportes náuticos, claro.
Y no digamos los días que viajo temprano y pongo la televisión a las 5:30 am: teletienda y “fusión sonora». O sea que o compras unos calcetines de presión, o una máquina de hacer abdominales o escuchas a tres chicos tocando viola, violín y contrabajo. Por lo menos te empuja a salir de casa, a ver si en el metro del alba está la cosa más divertida.
Así que me he quedado rumiando con el último sorbo del café con leche: ¡pero si lo que nos hace falta es ánimo! El comité de sabios de RTVE debería pensar, si es que a esas horas están despiertos, en los miles, los millones, de personas que encaran el día equipados con música sacra, Cándido Méndez, abdominales flácidos –voy a ver eso de la máquina qué tal va…- y un contrabajo. ¡Que hagan un pacto de estado, hasta con Catalunya Radio, para mejorar el humor matutino de los españoles! Les sugiero la siguiente poción balsámica:
1. Más copla. Carlos Cano, por ejemplo, con “La Murga de los Currelantes” o “Cántame un Pasadoble”. Hasta Emilio El Moro o Manolo Escobar. Entre las clásicas hay cosas adecuadas a nuestra realidad actual, como la “Torre de Arena” de Marifé de Triana –para los inmobiliarios- o “Mejor te vas” de Rocío Jurado –para los políticos-. Aunque ésta hay riesgo de que se la aprenda Rubalcaba y luego nos machaque en los telediarios. Sé que a muchos jóvenes esto de volver a la copla les parecerá un poco retro, pero en tiempos difíciles mejor recurrir a lo nuestro. En lugar del “Swiss Yodeling” como hacen nuestros honorables. ¿A que da risa…, lo de «honorables»?
2. Cha-cha-chá. Gabinete Caligari por ejemplo. El cha-cha-chá es ideal para el metro si se pone por megafonía. Excepto en los andenes, claro. Estoy deseando que llegue el “No Pants Day” y disfrutemos del “Cha-cha-chá del vagón”. La Samba también nos puede valer. El problema es encontrar un sambódromo apropiado. Porque los aeropuertos vacíos quedan lejos.
3. Rock ‘n’ Roll. El “Rock de la Cárcel” se puede poner en ayuntamientos, juzgados (Plaza de Castilla, Palma, Audiencia Nacional) o Congreso de los Diputados y que se vayan animando los presuntos implicados. Aunque pocos rockeros veo yo por ahí.
4. Un poco de mambo. El de West Side Story lo deberían tener los antidisturbios como entrenamiento básico para las manifestaciones, pero yo me inclino por el “Mambo número 5”. Pérez Prado es ideal para el trayecto de metro a oficina en los días lluviosos y fríos.
5. Música vallenata y rancheras. ¡Pidamos ayuda a nuestros amigos de América Latina! ¡Metámonos directamente en las telenovelas, en lugar de ser meros espectadores! Menos calentarnos el coco en política y corrupción y más romance. ¿Se han fijado en que España apenas canta? Y de paso nos podemos traer merengues, guarachas y bachata, al gusto.
6. Y en la música clásica, restituyamos de urgencia “Clásicos Populares”, a ver si conseguimos barrer el rollo pseudo-culto de RNE. Más Mozart, más Beethoven, más Schubert, los de siempre, que aunque a los señores de la radio les parezcan muy tocados, son desde luego más recomendables a las siete de la mañana que unas cantigas del siglo XIV.
Si nos tomamos esto en serio, o mejor dicho si somos menos serios, si sonreímos, amamos, cantamos y bailamos más, estoy convencido de que nos irá mejor. El ánimo, el puro ánimo, el buen rollo, el quitarle un punto de negrura a tanta mala cosa que nos asedia, seguro que es saludable. Y hasta productivo.
¡Ale… que mañana es lunes!
Y por cierto, ¡me dejaba la Rumba Flamenca…! Aquí va «Inspiration» de los Gipsy Kings:
Pero como esta semana he estado en Italia y hay que redoblar el esfuerzo, no me resisto a dejarles también a Sofía Loren y Vittorio de Sica en el «Mambo Italiano», ¡no veo mejor manera de empezar la semana!
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