Decía Delibes que del Derecho Mercantil aprendió a apreciar la concisión, la claridad y la nitidez. Porque además de maestro de las letras, fue también catedrático en esa materia. Así que estoy seguro de que no le va a importar el que de paso que le rindo humilde homenaje, aproveche para escribir sobre el camino del español por el mundo de la economía.

Nuestra exportación se concentra sobre todo en Europa. Nuestra internacionalización, en Europa y Latinoamérica. Proximidad y comunidad de idioma son facilidades que deben aprovecharse. Si pensamos en nuestros grandes bancos o Telefónica, es lógico que se hayan expandido por Latinoamérica, porque el idioma común permite el arranque casi inmediato de sistemas de gerencia e integración en nuevos mercados.

A partir de ahí se empieza a complicar la cosa. Aparte de lenguas autóctonas, los países africanos hablan mayoritariamente francés o inglés. Los árabes, árabe o inglés. India, inglés. El sudeste asiático, idiomas locales más francés o inglés. China, chino. El español está ausente. Y estaremos todos de acuerdo en que para entenderse con los clientes lo primero que hace falta es un idioma común. Y lo mismo aplica a una política exterior realmente efectiva.

Para eso, en teoría, está el Instituto Cervantes. Creo que es interesante su perspectiva frente al British Council, La Francophonie y el Goethe Institut. De las cuatro instituciones, la española, la británica y la alemana se centran en la enseñanza del idioma como clave del intercambio cultural. La Francophonie no es tanto un vehículo de expansión como una comunidad de conservación del idioma en los países francófonos, lo que merece otro artículo. El Goethe Institut, pese a que teóricamente es una organización cultural, funciona en la práctica como un centro de enseñanza y titulación de profesores.

Pero con quien de verdad hay que competir es con el inglés:

• El British Council -BC-, que está en más de 100 países, tiene 193 sedes (73% fuera de Europa). Presupuesto € 612 millones (35% aportación del presupuesto del estado británico). 300.000 alumnos en los 70 centros que imparten clases.

• Frente al Instituto Cervantes -IC-, presente en 41 países, que tiene 69 sedes (51% fuera de Europa). Presupuesto € 101 millones (89% aportación del presupuesto del estado español). 120.000 alumnos.

La comparativa de ambas plataformas de promoción de idioma y cultura me lleva a algunas sugerencias:

1. Hay que meter a la ciencia en la fórmula. El enfoque del IC es sobre todo cultural y literario -de cierto tono arcaico-. El del BC cultural y científico. Titulares del IC son “Quevedo y la Crítica” o “El Arciprese de Hita”. Los del BC “The CO2 Early Warning System” o “The Electronic Brain”.

2. En la presencia de IC, Europa es prácticamente el 50% (22 de 41 países, 34 de 69 sedes). Muchos de esos países, como Eslovaquia por ejemplo son, con todo el cariño, mercados irrelevantes para España. En cambio estamos ausentes de Pakistán -165 millones de habitantes, el BC tiene 7 centros- o de Nigeria (148 millones). O tenemos dos centros en Polonia y sólo uno en la India. En Palestina el BC tiene 5 centros. En Afganistán tenemos 778 soldados. ¿Qué tal si les mandamos algunos maestros?

3. Idioma de acceso a la web. El BC es multilingüe (incluyendo catalán y euskera en España). El Goethe Institut realiza su oferta en una docena larga de idiomas. El IC está sólo en español.

4. China. El BC tiene un portal especializado para China (www.englishonline.org.cn) recién creado y que dicen que ya cuenta con más de 30.000 usuarios registrados. El IC tiene dos únicas sedes en China (en Italia cuatro).

5. Difusión por Internet. Al analizar estas cosas me he autoimpuesto el test FT. No del Financial Times, no. El de Facebook-Twitter. Tanto El Goethe Institut como el BC tienen esas redes perfectamente estructuradas y controladas con perfiles institucionales. Cuando preguntas en Facebook te sale el Instituto Cervantes, el de Tokio, que enlaza con otro en el que te cuenta lo que es el Instituto Cervantes… ¡en italiano! En Twitter está pero con acceso “Bibliotecas IC” que despista bastante. 308 seguidores.

En suma, opino que la Sra. Carmen Caffarel se tiene que remangar y plantear un gran re-enfoque. Y el resto del Patronato de esta institución, empezando por el Rey Juan Carlos y el Sr. Rodríguez Zapatero (que por cierto no sé qué pinta de presidente ejecutivo de esto) y siguiendo por los ministros de Exteriores, Educación y Cultura deberían echarle una pensada seria al papel que tiene que jugar el español en nuestra política y economía exterior. Y recuerden: claridad y nitidez. Y urgencia, porque ganar nuevos mercados es una asignatura de primer rango.

¿Do you read me?